Tras el tumbo

viernes, 1 de agosto de 2008

Dilema tecnológico

Todavía hay maestros, y son muchos, que siguen pensando que las TIC deben estar circunscritas a un ámbito más o menos delimitado y que no se pueden, ni se deben aplicar en todas las áreas y actividades de enseñanza aprendizaje que se desarrollan en una escuela. Creen incluso que podría ser nocivo, porque los niños no aprenderán a usar el lápiz, el lapicero, el plumón, la tiza o la calculadora.

Se preocupan porque no aprenderán a usar esos otros medios arcaicos de aproximación al conocimiento, como si estos fueran el paso previo o el pre requisito para adquirir conocimientos. No se dan cuenta que estos son simplemente medios que han sido AMPLIAMENTE superados por las TIC y que, por lo tanto, una adecuada educación debía estar centrada en adquirir las habilidades y destrezas necesarias para el uso eficiente de las TIC, como herramientas de gestión y desarrollo del conocimiento.

¿Qué implicancias tiene esta última afirmación? Pues, de ser posible, todas las aulas o mejor dicho, todos los alumnos y todos los profesores debían tener acceso a las TIC para el desarrollo de la inmensa mayoría de actividades de enseñanza aprendizaje. De allí el título del presente artículo. ¿Hasta dónde debemos llegar? ¿Con cuanto tendremos que conformarnos?

No se trata que el profesor sepa usar más o menos un procesador de textos, haga de vez en cuando una presentación y conozca un par de buenas direcciones en Internet, y que con suerte, pueda llevar un par de horas al semestre a sus alumnos a hacer uso de las computadoras en un tema relacionado con su curso. A eso no se puede reducir la aplicación de las TIC en el proceso de enseñanza aprendizaje. ¿O es que alguien cree que el profesor de educación física podría sacar campeones olímpicos de natación llevando a sus alumnos a una piscina por esa cantidad de horas? A lo sumo, si el profesor es ducho, podría lucirse en cada oportunidad, pero ni si quiera con el doble de horas podría garantizar que alguno de ellos alcanzara un nivel competitivo. ¿Por qué ha de ser diferente cuando nos ocupamos de adquirir las habilidades y destrezas necesarias para gestionar y desarrollar el conocimiento?

Para lograr este objetivo, en primer lugar, el profesor debe haber incorporado a su currículo capacidades de TIC, que debe usar permanentemente, enseñando y demostrando de manera práctica a sus alumnos como estas pueden contribuir a su aprendizaje continuo. Evidentemente, debe tener suficientes ocasiones para mostrarlo y enseñarlo.


Así lo expresa claramente la UNESCO en los documentos cuyas direcciones comparto a continuación, con los que abre un espacio de investigación y discusión en torno a las Competencias Estándar en TIC que deben poseer los Maestros. Ojo, que no se refiere a los maestros de TIC, sino a los maestros en general, es decir incluyendo al de Religión, Filosofía, Literatura o Psicología.
http://cst.unesco-ci.org/sites/projects/cst/default.aspx
http://cst.unesco-ci.org/sites/projects/cst/The%20Standards%20SP/Forms/AllItems.aspx


El conocido portal EDUTEKA no solamente ha traducido estos documentos al español, sino que además hace un análisis de los mismos y ofrece gran cantidad de material destinado a facilitar el cumplimiento con los distintos componentes que contienen los tres (III) enfoques que propone la UNESCO.

Creo que estos son documentos que todos los maestros debíamos leer, conocer y discutir, a fin de establecer:
1. ¿Cuál es nuestra aproximación al perfil sugerido?
2. ¿Qué cursos debíamos planificar, desarrollar y /o tomar para suplir nuestras deficiencias?
3. ¿Qué inversiones en TIC debíamos impulsar, propiciar o exigir para hacer posible el desarrollo de las competencias de TIC en profesores y alumnos del siglo XXI?