Tras el tumbo

domingo, 17 de mayo de 2009

Hoy es el día mundial de Internet

No soy quien para hacer anuncios que permitan realzar más aun esta fecha. Sin embargo creo que como cualquiera he vivido las consecuencias de la invasiva incorporación de Internet a la vida corriente y en tal sentido puedo contar mi experiencia y aportar algunos criterios que podrían servir a la hora de evaluar su presencia en nuestras vidas.

Antes que apareciera la Web como hoy la conocemos y que se impusiera el hipertexto como medio de comunicación llevándonos de salto en salto a través de una cuasi infinita red de información, hubimos varios que la intuimos, tanto es así que, fundamos una empresa que se llamaba “Enlaces y Conexiones” que en el 1992 pretendía lograr lo que la tecnología haría posible recién en esta primera década del siglo XXI.

Sin embargo algo que jamás imaginé y que no ha dejado de sorprenderme desde mis inicios en la web, allá por el año 1996 es la inmensa cantidad de opciones que ha abierto internet al más común de los mortales, para acceder al conocimiento, porque más allá de los océanos de información que la web ha puesto a su alcance, ha permitido que se pongan en contacto miles y miles de personas, entre las cuales nunca ha faltado quienes desinteresadamente, en forma gratuita y con esfuerzo, han apoyado a los noveles en el uso de todas las técnicas y en la difusión de los conocimientos.

El primer medio por el que se alcanzó este logro fueron las listas de interés y luego los foros, en los que millones de personas tenían y tiene la oportunidad de intercambiar opiniones, reflexiones y conocimientos de toda índole. Yo no puedo nada más que agradecer la existencia de estos espacios, sin los cuales me hubiera quedado en el analfabetismo, la oscuridad y la orfandad completa. Fue gracias a ellos que pude dar un salto, salir de mi aldea y ponerme en contacto con personas del mundo entero, todas en la cresta de la última ola, con las que compartí múltiples experiencias, sin conocer su raza, religión, situación económica, estado civil o nacionalidad.

No tengo la menor duda que fueron estas personas las que imprimieron este carácter colaborativo a la red, por encima de las grandes empresas y conglomerados económicos. Son estos los que han permitido el crecimiento del software libre, poniendo freno a la usura desmedida de los grandes fabricantes, trayendo algo de equidad en la red.

Hoy por suerte esta corriente es creciente y ya no son solo Stallman o Torvalds los únicos que adhieren a esta lucha por poner gratuitamente en manos de los que los necesitan los conocimientos, sino que esta corriente se va ampliando más, conscientes que el monopolio, la exclusividad y la exclusión solo traen oscuridad y atraso. Es con el compartir desinteresado que se promueve y genera la abundancia. Internet es una creación y construcción colectiva, a la que toda la sociedad debe tener acceso, tanto para obtener sus beneficios, como para aportar.

Es dentro de esta línea que se encuadra la reciente apertura de los archivos científicos del MIT que no podemos dejar de saludar nuevamente.

Los Blogs, las redes sociales y el twitter han venido a incrementar el número de canales de los que disponemos para compartir nuestros conocimientos y ojalá que este espíritu sirva de inspiración para el rediseño de la nueva economía que debe surgir de la crisis mundial que vivimos, en la que se terminen imponiendo los Negocios Sociales destinados a la promoción humana (de los que nos habla Yunus), por encima de los Negocios destinados a la maximización de las utilidades y las rentas.

¡Viva el 17 de mayo! ¡Viva Internet!
Aquí una alentadora noticia, cuyo ejemplo no dudo llegará muy pronto por estos lares: