Tras el tumbo

lunes, 20 de abril de 2009

¿Cómo podemos pretender salir de la crisis si insistimos en hacer lo mismo?

Como dijo nada menos que Albert Einstein: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo." El Planeta se encuentra en una de las más grandes y profundas crisis de la historia, en la que las verdaderas víctimas son los más pobres: 3 mil millones de personas.

Debemos recordar que la crisis financiera de la que tanto venimos hablando no es la única crisis que vive nuestro planeta. Está la crisis alimentaria que ha llegado a su grado más alto en el 2008 y sigue allí, sin solución, sino que por causa de la crisis financiera parece que Wall Street la ha olvidado, pero ello es imposible para los pobres del mundo que la padecen.

Se habla mucho de los millones y millones de dólares destinados a rescatar a las economías de los países más poderosos y muy poco, casi nada de los pobres. ¿Qué vamos a hacer? La crisis es global y ha sido causada por el manejo irresponsable de la economía, por aquellos que más tienen. Estos están perdiendo y seguirán perdiendo seguramente, aunque los millones vienen a rescatar precisamente sus malos negocios. Pero por más que pierdan, estos no va a ver afectado su estilo de vida. Seguirán viajando, vistiendo y comiendo bien. ¿Qué del resto?

¿No está necesitando nuestro mundo un cambio revolucionario? Si, ya sé que esta es una palabra que asusta. Estoy siendo probablemente subversivo. Pero nuevamente volvemos con la pregunta que hacíamos al comienzo. ¿Podemos pretender resultados distintos si hacemos siempre lo mismo?

¿Devolver la plata a quienes se la “timbearon” resolverá por lo menos la crisis financiera? Sin un cambio dramático en el orden y la forma en la que se mueven los negocios, en el espíritu mismo de ellos, ¿no será fomentar y alentar el vicio en un irresponsable y aún criminal desmedro de los más pobres? ¿Hasta cuándo jugaremos con el destino de millones y millones de personas, sólo para no perder un ápice de nuestras comodidades hedonistas?

No olvidemos que a estas dos crisis, la financiera y la alimentaria todavía debemos sumar la crisis energética y la crisis medio ambiental. ¡Sí, estamos tocando fondo! El sistema ha dado muestras evidentes de inoperancia e incapacidad. Pero esta constatación no debe llevarnos al pesimismo, ni al derrotismo. Todo lo contrario. La crisis es tan profunda que no saldremos de ella sin un cambio dramático y estoy convencido que ello ocurrirá, y será bueno para todos, pero especialmente para los más pobres.

Tenemos que empezar por casa. Tenemos que empezar por nosotros mismos. No podemos esperar que otros lo hagan. Nadie vendrá a decirnos como. Nosotros debemos descubrirlo. Tenemos que cambiar.

Tenemos señales muy claras. Y para no hablarles de Cristo, que algunos sitúan a 2 mil años de nosotros, para no hablarles de santos y profetas que algunos se niegan a ver, les invito a ver estos videos de algunas conferencias y entrevistas de uno de los líderes que han empezado esta revolución y en cuyas manos podría estar la solución a esta crisis. (Para mí son los mismos principios sobre los que se supone debió edificarse esta sociedad “cristiana occidental”, pero eso es otra cosa)

Les presento a Muhammad Yunus, Premio Nobel de la paz del 2006, creador de múltiples iniciativas en el tercer mundo, pero especialmente de un Banco: el Bangladesh's Grameen Bank, con más de 30 mil empleados y millones de clientes.

Un hombre así y unas ideas como las que él está fomentando y difundiendo por el mundo entero estoy seguro que nos pueden sacar de la crisis y llevarnos al lugar al que le corresponde a esta humanidad del siglo XXI.

He aquí algunas citas que he tratado de extraer de los video que a continuación presento:

¿Qué clase de mundo es este? ¿Debemos dejar todas las decisiones libradas a quienes buscan maximizar la rentabilidad, de tal modo que sus beneficios, sus utilidades sean las que decidan el futuro del mundo, o hay algo más que debemos incluir y considerar? Esta es una pregunta básica que debemos responder.

Hay dos clases de negocios: uno que se centra entorno mío, que es una empresa orientada a la maximización de mis beneficios, que gira totalmente entorno a mí, trata de mí: yo quiero tener dinero. Y el otro es de algún modo el reverso de este: se trata de los demás, nada sobre mí. Son los que llamo “Negocios Sociales” (Social Bussines), negocios para hacer bien a la gente, para hacer bien al planeta, sin la más mínima intención de obtener utilidades de ellos.

Yo siempre he insistido en que el crédito es muy importante en la vida de las personas, porque te permite edificar tu propia vida, ser el conductor de tu propia vida, porque todo ser humano tiene potencialidades ilimitadas, no importa donde él o ella haya nacido. Cada ser humano tiene maravillosos dones dentro de sí, que la sociedad jamás ha dado la oportunidad de revelar, de encontrar, de desarrollar a millones y millones de seres humanos.

He aquí los videos…lamento que están en inglés. Ojala alguien pueda traducirlos.


Muhammad Yunus - The Social Business Model


Creating a World Without Poverty


Yunus Says Bailout Packages Should Also Reach the Poor

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